sábado, 30 de noviembre de 2013

Cumple blog: Parte 2 “Vosotras”


Éste blog me ha dado mucho…

Vosotras me habéis ayudado un montón. Por un lado vuestros valiosos comentarios, vuestra ayuda, vuestros ánimos y cariño. Gracias!

Y por otro poder seguir vuestras historias, lo que aprendo con todo lo que contáis, con todos los detalles que dais, con vuestras estrategias para llevar esto…

Y el acto de escribir en sí… Y de querer hacerlo para vosotras, a demás. La mayoría de las veces aclara el pensamiento, ordena un poco la vida de una, y es agradable… Pero cuando tras mi negativo sentí la obligación de acudir aquí y contároslo supe que estoy profundamente comprometida con mi blog y con vosotras.

Espero, en breve, contaros mejores historias, más bonitas y con final feliz…

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Cumple blog: Parte 1 “Historia de éste blog”


Va a hacer un año de mi blog.

Éste blog comenzó en la habitación de un hospital, a mi marido le iban a extraer la vesícula. Nos citaron con muchísima antelación, igual estuvimos en esa habitación 4 horas antes de que se lo llevaran. El jugaba a algo para distraerse, mi suegra comunicaba lo que pasaba y “no pasaba” a familiares y amig@s, y yo comenzaba éste blog…

La intervención se suponía corta y rápida y la estancia en el hospital también. Se llevaron a mi marido y podíamos quedarnos en la habitación, y así estuvimos un rato, cada una enfrascada en lo suyo. Al de un rato fuimos a tomar algo para que se nos pasara el tiempo más rápido, y entre llamada y llamada, mensaje y mensaje, hablamos de él… El es una persona excepcional… En cualquier circunstancia, ante cualquier persona, no pasa desapercibido. Con su atención, con sus modales, marca su huella en la memoria de cada persona que se cruza en su vida. El es conocedor de sus virtudes, y de sus defectos, y sabe que puede compensar los unos con las otras. El tiene inteligencia emocional innata. Y así, hablando de él, pasó una hora que se lo habían llevado a quirófano y tenía que estar ya a punto de volver…

Volvimos a la habitación, y al poco entró el médico vestido con la ropa de quirófano, y nos contó que con la anestesia se le había desencadenado una bradicardia y que tenía que quedarse en la UCI, que tenía que estar 24 horas allí, que había sido bastante grave, los procedimientos de visitas de la UCI y que podíamos verle antes de irnos…

Sentí de repente la soledad más grande del mundo, iba a ver a mi marido cinco minutos, y luego ya no podría verle, ni hablar con él hasta el día siguiente… Y así fue… Fuimos a la UCI, y allí estaba despierto, con mascarilla, los ojos inyectados en sangre y pálido. Sabía lo que le había pasado y que se quedaba allí, nos dijo muchas veces que nos quería. Tuve que dejarle allí, e ir a nuestra casa sola. El viaje se me hizo eterno, porque no quería llorar ni pensar en él conduciendo. Cuando llegué a casa y en lo alto de las escaleras, como siempre, me esperaba nuestro perrito, fui hacia él, le abracé, y pude empezar a llorar como llevaba todo el viaje queriendo hacer.

Esa noche fue la más larga de mi vida. No paré de llorar, no pude dormir… Intenté hacer todo con normalidad, cenar algo, leer y dormir, pero no pudo ser. Mis pensamientos me torturaban… Sobre todo estaban relacionados con  su salud, sobre si estaría bien, yo miraba el móvil continuamente, que no estuviese en silencio, que tuviese batería, por si acaso me tenían que llamar, aunque sabía que lo mejor que nos podía pasar es que esa noche no me llamaran… Yo sabía que no podía llamar a la UCI, pero a las 3 o 4 de la madrugada, pensando que si me decían que estaba bien, podría dormir, llamé yo y supliqué que me dijeran algo… Un ángel de enfermera, tras mucho insistir, me dijo que aunque ella no me estaba diciendo nada, mi marido estaba bien, y que me tomara una tila… Ni con esas pude dormir… Pensaba en él allí solito, en nuestra vida juntos, en lo que le gustaba nuestra nueva casa, en que cambiar de un piso a nuestra casita era lo único bueno que habíamos logrado en los últimos años, y cómo no… pensaba en los 4 tratamientos que nos habíamos hecho ese 2012, en la alta de la SS sin embarazo, en lo fuerte que fue al aceptar el cambio a semen de donante, en nuestro único embarazo bioquímico, en 3 IAs sin resultado… Pensaba en cuánto hacia que no íbamos de vacaciones…

Y pensaba, que no se me vaya, por favor, sin saber si está arrepentido de toda ésta vorágine en la que estamos inmersos sin final feliz…

Cuando ya supe que de ninguna de las maneras iba a dormir esa noche hice una maleta, cogí a mi perro y me fui a casa de mis padres. Creo que sobre las 7 de la mañana ya estaba allí sentada en el salón con toda mi familia. Lo único que sabía que ese día me deparaba era una visita a las 12 a la UCI en la que ya nos dirían. Por suerte en ese visita todo fue bien, le subieron a planta, y al día siguiente nos fuimos a nuestra casa. A los 2 o 3 días de estar en casa, poco a poco, tras contarle todo lo relacionado con lo que le había pasado, las reacciones de la gente, lo que nos había dicho en la UCI… le conté sobre mis pensamientos más profundos, y me dijo, que no cambiaría nada de lo que habíamos vivido juntos hasta esa horrible noche, y que quería seguir luchando por nuestro sueño, así, sin más, aunque sigamos sin vacaciones…

Y así nació este blog y volvió la paz a mi vida…