La semana pasada: llamadas, incertidumbre, relajaciones y confianza.

La semana comenzó con la llamada a primera hora del Lunes de la bióloga informándome de que la descongelación del fin de semana no había sido exitosa y de que no tendría transfer el Miércoles, me dijo que había descongelado un nuevo grupito de embriones y que el Martes me llamaba para informarme.

El Martes me dijo que tampoco le convencía lo que estaba viendo y descongelaba otro grupito, que ahora les iba a dejar 48 horas y que me llamaba el Jueves, para decirme si alguno había llegado a blastocito y tenía que ir a transferencia, o si quería dejarlos un poco mas hasta el Viernes, o si tenía que sacar un nuevo grupo y dejarlos descongelar y simplemente transferir embriones de 3 días. Quería que ese mismo Martes empezara con la progesterona 2 veces al día porque si finalmente la transferencia era el Jueves hay que tomarla 2 días antes, y que el Miércoles empezara con Urbason durante 4 días seguidos… Esto es la primera vez que lo he tomado, es para que el cuerpo no ataque al embrión y tiene un sabor metálico.

Desde el Martes al Jueves no supe nada, ni si tendría tranfer el Jueves de blastos, de embriones de 3 días o si la tendría el Viernes…

A pesar de saber que no había nada en mi mano, que lo que estuviera pasando en el laboratorio pasa sin que yo pueda hacer nada… poco dormí la noche del Miércoles…

Me tranquilizaba mucho la idea de que veía que estaban intentando cumplir mi deseo de transferir blastos, la introducción del Urbason, toda la información que me estaban dando, las relajaciones que hago que me llevan a otro planeta…

El Jueves la llamada no se hizo esperar, me dijo que teníamos 2 blastos y que a la 1.30 transferencia, que media hora antes me tomara un Valium, no para relajarme yo, sino para relajar el cuello del útero para la cánula… Otra novedad para mi…

Todo fue bien, a ésta transfer no pasó mi marido. Cuando el ginecólogo la finalizó en el laboratorio comprobaron la cánula y uno no había pasado, volvieron con la cánula, lo metieron, y me dejaron reposar media horita y para casa. Desde ese día, progesterona 3 veces al día y Heparina.

Ese día me eché una siesta de 2 horas, y el Viernes estaba agotada, y el Sábado también… Creo que es por la progesterona, nunca me habían recetado tanto… Ayer ya salimos un rato, y hoy vuelta a la normalidad… Mi marido me cuida como una reina, estoy tranquila y feliz, hay esperanza… Esto es seguro, lo más cerca que he estado de sentirme como me sentiré el día que algún tratamiento funcione y esta embarazada (si ese día llega alguna vez). Estos son los mejores momentos que me han dejado los tratamientos… Ahora que lo escribo, recuerdo haberlo leído también en alguno de vuestros blogs…

Y dentro de una semana… pasará lo que tenga que pasar…